sábado, 14 de septiembre de 2019

¿Confianza en Dios en medio de Problemas?

TEXTOS BIBLICOS DEL DÍA 06-10-2013
Primera Lección: HABACUC 1:1-4 , 2:1-4
Segunda Lección: 2 Timoteo 1:1-14
El Evangelio: Lucas 17:1-10

¿Te quejas mucho ante Dios? ¿No te gustan las circunstancias por las que estás atravesando? Hay planes que no han salido como esperabas? ¿Tienes disgustos, contratiempos, frustraciones? Puede que estés indignado por cómo va el mundo, tan lleno de maldad e injusticias. ¿Has orado por todo ello y nada ha pasado? “Dios por favor mueve ficha” has orado y Dios parece como si estuviera de vacaciones. En fin, nos quejamos de muchas cosas… pero ¿Nos está permitido a los cristianos quejarnos? 


Hoy podemos acercarnos a la Palabra de Dios en este pequeño libro de Habacuc y encontrar una respuesta a ese interrogante. En este libro vemos a un profeta, Habacuc, que va a ir creciendo en su fe y confianza en Dios. Os invito a leer en privado en otro momento los tres capítulos del libro.
Habacuc comienza con una queja ¿Hasta cuando SEÑOR clamaré y no oirás? Habacuc está molesto y disgustado por lo que ve que está pasando entre el pueblo de Dios y a lo que Dios no parece poner remedio.

Sin embargo, estas quejas aminoran cuando Habacuc aprende que Dios va a poner remedio castigando a su pueblo. Pero a Habacuc no le gusta el modo de actuar de Dios ya que Dios va a castigar a su pueblo por medio de los terribles caldeos, que además eran paganos. ¡Vaya modo de disciplinar al pueblo!

¿No nos parecemos a Habacuc? Vamos de una queja a otra y nunca parecemos estar satisfechos.

Pero Dios va a pedir a Habacuc lo más difícil: que confíe en El y sus promesas aun cuando todo esté a la contra. En medio del lío en que estamos Dios nos pide que confiemos en su Palabra, en sus promesas: el perdón y la salvación por Cristo, su cuidado, que el mundo y mis circunstancias están bajo su pleno control.

En el capítulo 3 vemos como Habacuc después de todas sus quejas , al final acaba aceptando los planes de Dios confiando en sus promesas y en y de la humilde fe,

A través de este libro Dios nos dirige por el difícil sendero de confiar en El esperando el cumplimiento de sus promesas viviendo en humilde fe.

1-ESPERAR QUE LAS PROMESAS DE DIOS SE CUMPLIRÁN INDEFECTIBLEMENTE
Habacuc cumpliendo con su llamamiento había denunciado todos los males que aquejaban al pueblo de Dios 1:3 y 4. Dios le dice “¿Estás harto? Yo también” “por eso voy a hacer que los ejércitos caldeos vengan y arrasen la tierra de Judá”.¿Qué? ¿Van a venir los ejércitos de Caldea? ¿Esos paganos? Eso no es precisamente lo que Habacuc esperaba. Parecía que Dios bajaba sus propios niveles: recurrir a unos bárbaros paganos para castigar al pueblo de Dios.Más o menos, como nosotros cuando vemos que Dios actúa, pero no del modo como a nosotros nos gustaría. En el versículo 2:1 Habacuc está preparado para recibir un respuesta de Dios y Dios a su vez le dice que escriba lo que le va a decir de un modo claro, entendible por todos, conciso porque Dios quiere que su mensaje sea claro y comprensible. A continuación en todo el capítulo 2 viene la respuesta de Dios. 

La liberación del pueblo vendrá sin duda, pero a su tiempo. Las promesas de Dios nunca fallan, El ha empeñado su Palabra.

“Esperalo” dice nuestro texto. Ese es el problema: no nos gusta esperar. Cuando las circunstancias parecen sobrepasarnos ¿Cómo esperar? ¿Cómo esperar ningún bien de Dios de todas estas tribulaciones? ¿Cómo esperar que después que los caldeos hayan arrasado Judea vendrá la liberación del pueblo? Nosotros tenemos nuestra programación, pero Dios tiene la suya . “Espéralo” porque sin duda vendrá, llegará.

¿Qué promesas Dios ha dejado escrita en nuestra “tabla” , en nuestra Biblia? Descansa en esas promesas de Dios. Espera en el Señor. A nosotros no nos corresponde la programación de los hechos. 

A nosotros nos corresponde fiarnos de las promesas de Dios, de su Palabra , “el cielo y la tierra pasarán, pero mi Palabra no pasará”.

2 VIVIR EN LA HUMILDAD DE LA FE
Uno de los versículos clave del Antiguo Testamento es el versículo 2:4 “mas el justo por su fe vivirá”. Como contraposición al orgullo caldeo o del mundo en que vivimos o de la sabiduría del mundo o del orgullo propio. “El justo vivirá por la fe”. Habacuc habla del justo porque su época fue muy dura para los creyentes sinceros rodeados de tanta injusticia. ¿Te sientes tentado a abandonar? 

¿Te sientes tentado a ablandar las enseñanzas de la Palabra en tu vida? Dios nos llama a vivir por la fe, por la confianza en El. ¿Qué es lo que tiene que hacer el justo? Vivir por la fe, asirse de su Dios y Salvador crucificado por él, volver una y otra vez al pacto que Dios hizo contigo en tu bautismo, vivir por la fe en el Evangelio.

El justo vivirá por la fe, aquí está el resumen de la vida cristiana, en tiempos de Habacuc o ahora. Humilde confianza en las promesas del Evangelio, decidido deseo de confiar y obedecer su Palabra, una dependencia contínua del sacrificio de Jesucristo en la cruz, nuestra única esperanza y consuelo. Esta fe no es algo que tuvimos un día y ahí está siempre constante e invariable. A veces vienen épocas cuando esa fe no es tan viva, cuando nos quejamos más a Dios que le damos gracias y alabamos ;cuando Dios nos parece irreal. El cristiano pasa por esas épocas también. La fe no es para las épocas o momentos buenos o malos, es para toda la vida; en realidad es nuestra vida. Dios nos llama , por medio de este profeta Habacuc a crecer en la fe, a volver una y otra vez a las promesas de Dios, a escucharlas , leerlas, degustarlas ( como por ejemplo en la Santa Cena).

Finalmente Dios, a través de Habacuc, nos enseña a confiar en Dios y sus promesas. Habacuc confía en su Dios y sus promesas, sin importarle las circunstancia; sigue confiando en Dios cuando los caldeos arrasan campos y ganados. Las circunstancias nos pueden hacer creer lo contrario, pero nuestro Dios nos cuida, siempre actúa rectamente, su Palabra no falla. El sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos. El nos promete salvación a los que creemos en el nombre sobre todo nombre. Este gran Dios es nuestro Dios en Cristo Jesús. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario